In reflecting on this Day of Thanksgiving, I thought of three stories that are bound up in this National Holiday.
1)The story of the first Thanksgiving – The classic story of Thanksgiving Day, is of course, the Colonists and the Native Americans came together as a people to share a meal together, and to give thanks for the harvest. “Breaking bread” together is a sign of being at peace with someone, a sign of brotherhood, of harmony. And if we look at our history and we look at the poor treatment of Native Americans, this seems to be more reason why we should emphasize this story; a story to remind us that it is possible for people to sit down and break bread together, in peace, in reconciliation, as a brotherhood that crosses cultural, ethnic, and tribal boundaries.
2)The Second Story is how Thanksgiving came to be a national holiday. In the middle of a divided nation fighting the American Civil War, President Abraham Lincoln saw the importance of re-emphasizing, this story of peoples from various backgrounds, various worldview, various ideologies, coming together to share a meal in peace and thanksgiving.
Here is an excerpt from Abraham Lincoln’s formal proclamation instituting Thanksgiving as a National Holiday:
I do therefore invite my fellow-citizens in every part of the United States, …to set apart and observe the last Thursday of November next, as a day of Thanksgiving and Praise to our beneficent Father who dwelleth in the Heavens. And I recommend to them that while offering up the ascriptions justly due to Him for such singular deliverances and blessings, they do also… …commend to his tender care all those who have become widows, orphans, mourners or sufferers in the lamentable civil strife in which we are unavoidably engaged, and fervently implore the interposition of the Almighty Hand to heal the wounds of the nation and to restore it as soon as may be consistent with the Divine purposes to the full enjoyment of peace, harmony, tranquility and Union.
As our world today has ongoing conversations about race, justice, oppression in various forms, it seems all the more reason why we need this story; Not ignoring wrongs that have been done in the past, but both asking for forgiveness AND laying down our bitterness and resentment for wrongs done to us, to break bread together in peace.
This brings me to the third story
3)The Last Supper – bound up and at the heart of these two is the story of Christ’s Last Supper where he took the bread and wine and said: “This is my Body given up for you; This is the cup of my blood, poured out for you for the forgiveness of sins.” A meal of peace and thanksgiving together that has at its heart the commemoration of a person unjustly and wrongfully hurt; yet choosing love instead of bitterness; choosing to offer peace to those who inflict hurt Him. For us as Catholics, this thanksgiving meal of Christ (that we call “Eucharist” which means “thanksgiving”) is at the heart of our worship, and in a way, is at the heart of every story worth telling. It is this story – the story of Christ’s Sacrifice and the way that we are mystically drawn into that through this meal together – that shapes all other stories.
Peace and Blessed Thanksgiving Day!
-Fr. Kevin
24 de noviembre – Las Tres Historias del Día de Acción de Gracias
Reflexionando en este Día de Acción de Gracias, pensé en tres historias que están ligadas a esta Fiesta Nacional.
1) La historia del primer Día de Acción de Gracias – La historia clásica del Día de Acción de Gracias es, por supuesto, la reunión de los colonos y nativo americanos como pueblo para compartir una comida y dar gracias por la cosecha. “Partir el pan” juntos es señal de estar en paz con alguien, señal de hermandad, de armonía. Y si miramos al pasado y observamos el maltrato hacia los nativos americanos, esta parece ser una razón más por la que deberíamos enfatizar esta historia; que nos recuerda que es posible que la gente se siente a partir el pan juntos, en paz, en reconciliación, como una hermandad que cruza fronteras culturales, étnicas y tribales.
2) La segunda historia es cómo el Día de Acción de Gracias llegó a ser un feriado nacional – En medio de una nación dividida que luchaba en la Guerra Civil estadounidense, el presidente Abraham Lincoln vio la importancia de volver a enfatizar esta historia de pueblos de diversos orígenes, distintas visiones del mundo, diversas ideologías, que se unieron para compartir una comida en paz y en agradecimiento.
Aquí, un extracto de la proclamación formal de Abraham Lincoln que instituyó el Día de Acción de Gracias como feriado nacional:
Por lo tanto, invito a mis conciudadanos en todas partes de los Estados Unidos … apartar y observar el último jueves del mes de noviembre próximo, como día de Acción de Gracias y Alabanza a nuestro Padre benéfico que habita en los Cielos. Y recomiendo que, al tiempo que ofrecen las atribuciones que le corresponden justamente por tan singulares liberaciones y bendiciones, también lo hagan … … encomendamos a su tierno cuidado a todos aquellos que han quedado viudas, huérfanos, dolientes o víctimas del lamentable conflicto civil en el que inevitablemente estamos involucrados, e imploramos fervientemente la interposición de la Mano Todopoderosa para sanar las heridas de la nación y restaurarla tan pronto como sea compatible con los propósitos Divinos para el pleno disfrute de la paz, armonía, tranquilidad y unión.
Ya que nuestro mundo actual tiene conversaciones continuas sobre raza, justicia y la opresión en diversas formas, parece una razón más por la que necesitamos esta historia; sin ignorar los males que se han cometido en el pasado, sino pedir perdón Y dejar de lado nuestra amargura y resentimiento por los males que nos han hecho, para partir el pan juntos en paz.
Lo que me lleva a la tercera historia:
3) La Última Cena – Atado y en el corazón de estos dos está la historia de la Última Cena de Cristo, en la que tomó el pan y el vino y dijo: “Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes; Ésta es mi Sangre, Sangre de la nueva alianza, que será derramada por todos, para el perdón de los pecados”. Una comida conjunta de paz y acción de gracias que tiene como centro la conmemoración de una persona injusta e injustamente maltratada; sin embargo, eligiendo el amor en lugar de la amargura; ofreciendo paz a aquellos que le infligen daño. Para nosotros católicos, esta cena de Acción de Gracias de Cristo (que la llamamos “Eucaristía” que significa “acción de gracias”) está en el corazón de nuestra adoración, y de alguna manera, está en el corazón de cada historia que vale la pena contar. Es esta historia – la del Sacrificio de Cristo y de la manera en la que estamos místicamente atraídos a ella a través de esta cena juntos – la que da forma a otras historias.
¡Paz y que tengan un Bendito Día de Acción de Gracias!
– Padre Kevin